¿Qué opinión tienes de ti mismo? ¿Te sientes a gusto y valioso? ¿Te quejas todo el tiempo? ¿Actúas a la defensiva? ¿Te preocupa lo que piensen los demás? ¿Culpas a otros por tus fallas?
Al nacer nuestra autoestima está intacta: nos sentimos amados, valiosos y merecedores de lo mejor. En la medida que crecemos, las personas que nos rodean comienzan a influenciarnos con sus creencias y actitudes respecto a nosotros, a los demás y a la vida misma. Como los amamos y estamos aprendiendo, aceptamos su verdad como absoluta. De manera que si se ha vivido en ambientes de miedo, critica, carencia, culpa, resentimiento, enojo, orgullo, etc., es probable que hayamos absorbido sus toxinas, olvidando nuestra esencia y menguando nuestra autoestima.
Si sientes que esto te está sucediendo, es hora de retomar el asiento del conductor de tu vida y recordar el maravilloso ser que eres. En el proceso de afirmación de tu identidad y recuperación del amor propio, tus ángeles de la guarda y los arcángeles (Miguel, Gabriel y Jofiel) pueden ayudarte a elevar tu autoestima y confianza. Decídete a trabajar contigo mismo e involucra a los ángeles. Si se los pides, estos seres de luz te apoyarán en cada uno de los siguientes pasos:
Acéptate tal como eres y ámate sin reservas. Obsérvate como te ven tus ángeles, sin juicios ni condiciones, reconociendo la divinidad en tu interior. Cree en ti mismo, en tus posibilidades. Desarrolla una relación de confianza y amor propios manteniendo las promesas que te has hecho. El amor es un estado interior, de hecho nuestra naturaleza es de amor puro. No importa si se vive solo o acompañado, el primer amor que se debe otorgar es hacia uno mismo. No esperes que otro le dé un significado a tu vida ni que llene tus vacíos.
Nadie puede amar aquello que no conoce. Así que redescúbrete. Identifica tus fortalezas y talentos. Por lo menos, encuentra diez. Para ello, piensa en lo que otras personas admiran en ti o lo que te han dicho que haces bien. Si no te sientes cómodo o te queda difícil, pídele a alguien más que haga esa lista por ti. Recurre a familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o estudio, etc. Entendiendo tus cualidades y honrando también tus puntos débiles, llevarás al máximo tu potencial.
No te desgastes y deja de preocuparte por lo que los otros piensen acerca de ti. Nadie elige vivir para contentar a otro o para actuar de acuerdo con sus directrices. Libera la necesidad de aprobación ajena. Solamente debe importarte que te aprecies a ti mismo. Date permiso y haz las cosas de acuerdo con lo que consideres correcto dentro de tu escala de valores. Si te has estado negando algo especial porque creías que no te lo merecías ve ahora mismo y regálatelo.
Háblate con palabras positivas y amorosas. Si lo solicitas, tus ángeles te pueden ayudar con esto. Recuerda que lo que piensas y el lenguaje verbal que escoges ejercen gran impacto en tu experiencia de vida, incrementando tu autoestima y la relación con el mundo exterior. Evalúa el tipo de pensamientos que te permites albergar en tu mente y de ser necesario reformúlalos.
Como tus ángeles, encuentra siempre el lado bueno en todo lo que haces. Reconoce tus logros y disfruta del sendero que has recorrido para alcanzarlos. Date cuenta de cuán lejos has llegado y cómo todo lo que has vivido ha forjado la persona que hoy eres.
Atrévete. Cuando tu ser te pida un cambio, haz algo al respecto y procede en la dirección en la que deseas manifestar esa transformación en tu vida. Dar el primer paso programa que todo el universo se mueva en tu beneficio.
Toma las cosas con calma, cuida tu cuerpo, nútrelo y dale el descanso que necesita. No solo tú te beneficias sino las personas que se encuentran a tu alrededor.
Enfócate en construir tu estima en cada paso que des. Conéctate con lo mejor de ti, con todo lo que te lleve en la dirección de tu esencia. Ponte metas pequeñas y felicítate en cada avance.
Renuncia a criticar y a quejarte por todo. Pide a tus ángeles que intervengan rodeándote con su luz y amor y entiende que Dios es justo y el universo permanece bajo el orden divino. Afirma que todo está bien. Entrega tus inquietudes a los ángeles respecto al mañana y concéntrate en vivir cada instante en paz y tranquilidad.
Trabaja con tus ángeles para instaurar nuevas afirmaciones positivas que te empoderen y te hagan comprender tu valor como ser humano. Decreta por ejemplo: “Mi estima aumenta constantemente a partir de ahora”. “Me amo y me acepto tal y como soy”. “Permito que mi luz interior brille”. “Soy una persona merecedora de amor, respeto y felicidad”. “Elijo siempre lo mejor para mí mismo”.
En esos momentos en que nos sentimos muy disminuidos es probable que aparezcan personas que de corazón deseen ayudarnos a salir adelante. Por su parte, los ángeles también se encuentran dispuestos a orientarnos, llenándonos de su energía, haciéndonos más seguros, confiados y capaces de manejar nuestras vidas. Sin embargo, depende de cada quien querer hacerlo, con su fuerza de voluntad, eligiendo positivamente los cambios que se requieren para pasar de la inercia a la conciencia.
Bendiciones de amor y luz.
Martha Muñoz Losada
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