sábado, 15 de diciembre de 2012

Señales de una Maldición Financiera Apóstol Guillermo Maldonado


Señales de una Maldición Financiera
Apóstol Guillermo Maldonado

“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”. Proverbios 22:7
¿Has visto ciertas cosas operando como un patrón en tu vida? Por ejemplo, si tu abuelo, tu padre y luego tú han sufrido depresión. O tal vez, tu abuelo tenía dinero, tu padre tuvo dinero y tú también tienes dinero.
Existen señales de que una bendición está operando en una persona y señales de que una maldición está operando en una persona.
Tres señales de que una maldición está operando en tu vida:

1. Escasez
La escasez es una señal de mala mayordomía. Si vez cualquier tipo de escasez, de alguna manera, en algún área hay mala mayordomía. Estás gastando más dinero del que tienes o estás sembrando en áreas que no están produciendo nada en tu vida.
Dios no es hombre para que mienta y Él ha prometido prosperarnos. Él se llevó nuestras maldiciones para que pudiéramos ser prosperados. No culpes al diablo o la gente por tus finanzas, debes revisarte a ti mismo.
La escasez es señal de una maldición y no es causada por el diablo ni por Dios. Dios te ha dado lo suficiente como hijo e hija para que puedas prosperar.



2. Pobreza

¿Cuántos saben que Jesús los sacó de la pobreza? Entonces, ¿por qué la recibes? Jesús pagó por ella en la cruz.



3. Deuda
La deuda también es signo de esclavitud. El sistema de este país ha sido creado para llevarnos a la deuda.
Si tienes alguna deuda, hay dos pasos que debes tomar. Créele a Dios por el pago de esa deuda y nunca planees de acuerdo al tiempo. Debes planear de acuerdo a la fe. En la dimensión natural debes comenzar haciendo planes para pagar tus deudas. Si estás endeudado, es imposible que sirvas a Dios.
Si sientes que Dios te ha llamado al ministerio, lo primero que debes hacer es salir de tus deudas.
Todo lo que le retienes a Dios se convierte en maldición. Y todo lo que le entregas a Dios se convierte en bendición. Cuando estés muerto a tu ego estarás dispuesto a darle todo a Él.