jueves, 23 de mayo de 2013

PROPIEDADES TERAPÉUTICAS DEL AGUA




AGUA Y SÓLO AGUAAsimismo remarca que la creencia de que el té, el café, el alcohol o las bebidas refrescantes son sustitutivos válidos del agua
constituye un error elemental que puede tener graves consecuencias. Porque es verdad que tales bebidas contienen agua pero también lo es que suelen llevar agentes deshidratantes que no sólo la eliminan una vez ingerida sino que además acaban con el agua de las reservas del cuerpo por su fuerte acción diurética.
Es más, el uso constante de estas bebidas -que en la mayoría de los casos contienen sustancias excitantes- priva al cuerpo de su plena capacidad para formar energía hidroeléctrica. Por ejemplo, el exceso de cafeína puede disminuir la capacidad de atención y contribuir a la aparición del síndrome de fatiga crónica así como a un cansancio adicional del músculo del corazón por la excesiva estimulación que provoca. Asimismo, los estimulantes naturales del café -y otro tanto ocurre con el té- sobreexcitan el sistema nervioso central. Por tanto, es importante prestar tanta atención a la cantidad y calidad de lo que se come como a la cantidad y calidad de lo que se bebe.
A este respecto, el doctor Batmanghelidj afirma que igual que tenemos "dolor de hambre" tenemos también "dolor de sed"; y en este caso el agua es la única sustancia efectiva para aportar alivio. En esas situaciones lo que quiere el cuerpo, lo que necesita, lo que pide, es agua y sólo agua.
AGUAS TERAPÉUTICASLa importancia del agua para la vida la conoce el hombre desde sus primeros pasos como especie. Por eso siempre se ha preocupado de tenerla a su alcance. Y también desde tiempos inmemoriales entendió que podían tratarse con agua multitud de dolencias. Es más, nuestros antepasados sabían incluso algo que sólo recientemente ha constatado la ciencia: que el agua es capaz de almacenar cualquier información que la impregne por sutil que ésta sea. Una sorprendente capacidad que ha llevado a científicos como Peter Gross a hablar de la "memoria del agua" (vea el recuadro adjunto).Pues bien, precisamente esta facultad del agua para almacenar información es la que ha permitido al hombre intervenir en su estructura molecular con
todo tipo de energías (sonora, luminosa, eléctrica, etc.) y obtener "aguas tratadas" que utilizar como remedio terapéutico o
coadyuvante de eficacia contrastada en el tratamiento de diversas dolencias.
Las posibilidades terapéuticas posibles con agua son numerosas. Felicísimo Ramos, catedrático y doctor en Ciencias Químicas y Ciencias Físicas, recoge algunas en su libro El agua magnetizada (Mandala, 1994). A ellas añadimos otras posibilidades que completan un panorama realmente sorprendente. Porque hoy sabemos que el agua se puede: -Activar. Se llama así a la obtenida por Piccardi al poner el agua ordinaria en contacto con una ampolla de vidrio que contiene mercurio y gas neón a presión reducida. El agua así tratada sirve para desincrustar los depósitos calcáreos.-
Cromatizar.Se consigue irradiando el agua con luz a distintas frecuencias y colores.-
Dializar.
Se obtiene exponiendo el agua a una energía débil que logra aumentar en sus moléculas la distancia de los átomos de hidrógeno respecto de los del hidrógeno y disminuye el ángulo de colocación espacial de los mimos. Esa fuerza es ejercida por los pequeños campos electrostáticos que generan un grupo de cristales de cloruro de sodio y cloruro de litio. Tales cristales -debidamente tratados- son introducidos en unas ampollas de vidrio que a su vez se sumergen durante unas horas en el recipiente donde está el agua -por ejemplo, un vaso- dando lugar así por resonancia al agua dialítica.
Se trata pues de un "agua con átomos descolocados" capaz de disgregar y "alisar" cálculos (renales, biliares, etc.) merced a lo
cual se puede lograr la expulsión de las piedras sin apenas dolor. Asimismo, aumenta la solubilidad de las sales minerales que circulan por la sangre y la orina -especialmente las cálcicas- evitando que precipiten y constituyan nuevos cálculos o incrementen el grosor de los existentes.
Dinamizar.
El agua dinamizada -que tiene propiedades terapéuticas- se obtiene según el método que creó Marcel Violet mediante un condensador cuya tensión se armoniza con la energía del paciente. Se conoce igualmente con este nombre al proceso que consiste en agitar enérgicamente los preparados homeopáticos una vez diluidos a fin de potenciar sus propiedades curativas.-

Energetizar o pranizar:Se llama agua energetizada o pranizada a la que resulta tras verterla 8 veces seguidas de un recipiente a otro desde una altura de medio metro.-

Indumizar.
Se trata de un proceso creado por Ludwig en 1984 en virtud del cual se somete el agua a la acción de los plasmones de los elementos- traza esenciales contenidos en el hierro y proyectados por la corriente eléctrica de un electroimán. -Irradiar cósmicamente. Es el agua que se obtiene por su exposición a las energías cósmicas durante la noche. Basta colocar un vaso de agua corriente de noche al sereno tras haberle añadido una pizca de bicarbonato y dejar que se cargue de la radiación cósmica natural. Con este método se obtiene un agua terapéutica con la que se consiguen notables mejorías en numerosos enfermos, especialmente aquellos con afecciones renales y dermatológicas.-

Magnetizar.Es el resultado de someter el agua a la acción de un campo magnético de imanes permanentes que cambie sus propiedades físicas. Según sean las condiciones de magnetización puede obtenerse agua imantada, agua ionizada, agua polarizada o agua magnética. Esta última es la de mayor capacidad curativa; de hecho, se han obteniendo excelentes resultados en el tratamiento de numerosas patologías.-
Mesmerizar.
Se llamada agua mesmerizada a la que se carga con energía vital al hacer sobre ella una imposición de manos, atendiendo a los postulados de Messmer sobre el magnetismo animal.-

Oxigenar.
El agua oxigenada contiene dos átomos de hidrógeno y otros dos de oxígeno (en lugar de una como el agua corriente) y se utiliza básicamente como antiséptico general. En medicina se aplica principalmente para la limpieza y desinfección de heridas cutáneas. También con esta agua se esterilizan objetos, se eliminan manchas, se modifican almidones, colas y proteínas y se controla la producción de moho y población bacteriana en los alimentos.-Ozonizar. El ozono es un gas que se genera a partir del oxígeno cuando se le aplica una descarga de alto voltaje. Merced a ella, parte del oxígeno (O2) se transforma en ozono (O3). Después ese gas -el ozono- se disuelve en agua obteniéndose así un agua ozonizada que adquiere diversas propiedades terapéuticas dependiendo de la proporción de ozono.
Hoy día el ozono se utiliza en medicina para el tratamiento de todo tipo de infecciones virales, bacterianas o micóticas, tanto agudas como crónicas. El agua ozonizada se usa corrientemente ya, por ejemplo, en infecciones dentales. Asimismo, el ozono se utiliza para purificar el agua -eliminando el color, olor y sabor desagradables si los tiene- y desinfectarla de bacterias patógenas, virus y otros microorganismos no sensibles a la acción del cloro.
Todas las enfermedades que cursan con hipoxia, es decir, con falta de oxígeno en los tejidos: el Alzheimer, la esclerosis múltiple, las enfermedades cardiovasculares, la arteriosclerosis y sus complicaciones, la gangrena, las úlceras y las venas varicosas.-
Otras enfermedades como hernias discales, artritis, diabetes, cáncer, sida, Parkinson, alergias, asma, abscesos, acné, fístula anal, cirrosis hepática, herpes, tromboflebitis, etc.-

Solarizar.El agua solarizada es simplemente agua que se deja durante varias horas expuesta a la radiación solar.-Sonorizar. Se llama sonorizar a la exposición o estimulación del agua con sonidos (por ejemplo, con música).

LAS AGUAS MAGNETIZADASAunque hemos hablado ya brevemente de la posibilidad de magnetizar el agua debemos ampliar la información ofrecida para aclarar al lector las diferencias entre agua imantada, agua ionizada, agua polarizada y agua magnética propiamente dicha. Y lo hacemos basándonos en la obra del ya mencionado Felicísimo Ramos, especialista español de reconocido prestigio.-Se llama agua imantada a aquella que es sometida a la influencia del campo magnético de un imán durante cierto tiempo. Por ejemplo, colocando simplemente un imán grande debajo de una vaso con agua. El agua así imantada tiene propiedades desincrustantes y atenúa el sabor a cloro del agua tratada con él.
Asimismo, previene y ayuda a disolver pequeños cálculos renales y biliares además de fortalecer el sistema inmune.-Se denomina agua ionizada a aquella cuya conductividad aumenta tras ser sometida a la acción de un campo eléctrico o magnético débiles que actúan sobre las sales de electrolitos disueltas en la misma. Además de las propiedades del agua imantada, la ionizada estabiliza el potencial de la bomba sodio-potasio, previene la tensión alta, reduce la viscosidad de la sangre, la fluidifica y ayuda a "desatascar" los vasos sanguíneos.-El agua polarizada es aquella en la que el campo magnético tiene la potencia suficiente como para provocar un giro en las moléculas dipolares del agua. Además de las propiedades
terapéuticas de las otras aguas magnetizadas, la polarizada favorece el crecimiento de las células vivas, incrementa el número de los hematíes fortaleciéndolos y mejora el apetito y el dinamismo del metabolismo humano; todo ello sin provocar reacciones negativas en el organismo.-
Finalmente, el agua magnética es la que resulta de ser sometida a la acción de un campo magnético intenso en determinadas condiciones adquiriendo merced a ello unas propiedades físicas específicas diferentes. Además de tener las propiedades terapéuticas de los otros tres tipos de aguas magnetizadas, la magnética normaliza los índices de colesterol y urea en la sangre, es efectiva en el tratamiento de las diabetes, permeabiliza las membranas celulares, es eficaz cuando se sufre de náuseas, flatulencia, hinchazón de vientre y estreñimiento, mejora los problemas de celulitis y obesidad, aumenta el peritaltismo intestinal, acelera el proceso digestivo, protege contra las úlceras del estrés, suaviza la piel y aumenta el brillo del pelo. Asimismo, protege del deterioro de las células de la pared interior de las arterias troncales -y, por tanto, previene la arteriosclerosis-, protege la piel de las radiaciones y previene la dermatitis y el acné. Tiene igualmente un acentuado efecto diurético.-

EL AGUA DE MARCabe añadir que antes que Batmanghelidj, Ramos o Gross hubo muchas otras personas que hablaron de la trascendencia del agua para la vida. Es el caso del francés René Quinton, quien a finales del siglo XIX lo fundamentaba en el hecho de que todo lo que está vivo en el planeta -desde la savia de las plantas a los torrentes sanguíneos de todas las especies- procede y está constituido de ella. Y más concretamente, del agua de mar.
Por eso estudiarla a fondo se convirtió en su obsesión. Y por eso llegó a demostrar que podían curarse numerosas enfermedades con agua de mar. Bañándose en ella, ingiriéndola en pequeñas dosis e, incluso, sustituyendo el plasma sanguíneo humano por agua marina debidamente tratada.
Hoy el agua de mar purificada extraída de grandes profundidades - bautizada como Plasma de Quinton en honor suyo por el descubrimiento- ayuda a curar o mejorar los síntomas de patologías tan dispares como las afecciones de la piel -incluida la psoriasis-, la desnutrición, el asma, los problemas de próstata, la artritis, la osteoporosis, la bronquitis, la gingivitis, los problemas gastrointestinales, el desequilibrio de los sistemas nervioso central e inmune, la obesidad, el cansancio crónico, la sinusitis, la anorexia y el estrés, entre otras dolencias.
En España sólo está autorizado hoy su uso como complemento dietético a pesar de que durante décadas se han constatado sus propiedades terapéuticas. Hasta en casos de cáncer y sida.
"EL ORO AZUL"
Llegados a este punto no puede extrañarnos que muchos consideren al agua como "el oro azul" o que 2.500 años antes de Cristo Tales de Mileto la definiera como "el principio de todo lo que existe". Es más, el ganador del Premio Nobel de Medicina en 1912, el doctor Alexis Carrol, relaciona agua e inmortalidad cuando dice: "La célula es inmortal. Es realmente el fluido en el que flota, básicamente agua, lo que degenera. Renovando este fluido a intervalos proporcionaríamos a las células lo que necesitan para su alimentación y, hasta donde nosotros conocemos, el pulso de la vida continuaría para siempre". Tras leer tan sugerente reflexión no estaría de más empezar a plantearse sustituir alguna taza de café, té o el recurrente refresco de cola que tomamos cotidianamente por un sencillo pero fantástico vaso de agua. Sobre todo ahora que con la cercanía del rigor estival el organismo nos la reclamará más a menudo. Haga caso a su cuerpo y beba agua de calidad. Lo notará.
Laura Jimeno Muñoz 

¿Cuándo beber agua?Según los expertos, los mejores momentos para beber agua son tres: nada más levantarse de la cama por las mañanas (uno o dos vasos de agua de 200 ml.), media hora antes de la comida y de la cena (un vaso) y dos horas y media después de las mismas (otro vaso de 200 ml). Asimismo, se recomienda tomar entre dos y tres vasos más a lo largo del día. Tal es la cantidad mínima que necesita el organismo cada día. Recuerde que la deshidratación es el principal factor estresante de toda materia viva.

¿Cómo saber si está deshidratado?Así ocurre siempre que la boca se le seque. Fíjese además en el color de su orina; normalmente, ha de ser incolora o ligeramente amarilla. Si empieza a volverse oscura su cuerpo se está deshidratando. El color oscuro significa que los riñones están trabajando con muy poca agua y la orina está saturada de desechos.

Eficacia terapéutica del agua magnéticaEl doctor Felicísimo Ramos afirma en su obra El agua magnetizada (Ed. Mandala) que el agua magnética es eficaz en el tratamiento de abscesos, acidez, acné, afta, alergias, amenorrea, anorexia, artritis, asma, bocio, bronquitis, calambres, cálculo biliar, cálculo renal, cáncer, caspa, cataratas, catarro, ciática, cólicos, colitis, conjuntivitis, convulsiones, debilidad muscular, diabetes, diarrea, dificultades urinarias, dificultades de corazón, disentería, dismenorrea, dispepsia, disuria, diviesos, dolor (de cabeza, espalda, muelas, rodillas, etc.), eczemas, encías, enuresis, escaldaduras, espondilitis, espondilosis, estreñimiento, fiebre, fístula, fisura, flatulencia, fracturas, golpes, gonorrea, gota, hemorroides, hepatitis, heridas, hernia, herpes, hidrocele, hipertensión, inflamaciones, insomnio, ictericia, leucoderma, leucorrea, lumbago, malaria, migraña, nefritis, nerviosismo, neumonía, neuralgia, neuritis, obesidad, palpitaciones, paperas, parálisis, pérdida de memoria, picaduras, piorrea, polio, pólipos, presión arterial alta, problemas de vista, prostatitis, psoriasis, quemaduras, raquitismo, reumatismo, rubeola, sarampión, sífilis, sinusitis, tifus, tiña, torceduras, tracoma, trastornos biliares,
tuberculosis, tumores de mama, tumores de útero, úlcera, urticaria, varicela, vegetaciones, vértigo, vómitos, etcétera. Además, mejora la circulación, rebaja el índice de colesterol y potencia el sistema inmune. Casi nada...

tomado de: 
Extraido de "Discovery Salud"

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